Que duro ha sido esta pandemia, y que extraño es esta nueva forma de vivir, y que incertidumbre la que se siente en cada ser viviente en el planeta.
Por cosas extrañas del destino, termine pasando la cuarentena en un área rural y la verdad siento que mi vida normal tiene más restricciones en la ciudad y que un virus en el campo es una situación mas de las que rutinariamente se vive y me refiero a lo siguiente:
1. El virus es un enemigo silencioso que te puede acabar en cualquier momento como cualquier plaga a la que los cultivos se ven expuestos.
2. Las supuestas ayudas se ven insuficientes cada vez que se acaba el efectivo
3. Los créditos fáciles nunca se ven tan fáciles a la ahora de acercarse a un banco
4. El mundo exterior parece más asustado que uno, y no se sabe cómo poder ayudar
5. Dicen que lo más importante es el agro, pero se les sigue viendo como un ser humano de menor valor
6. El distanciamiento socia cuesta, pero en realidad en cualquier vereda se siente lejos de cualquier persona, ya no hay niños para llenar la escuela, nadie se atreve a saludar cerquita y cualquier cosa que se le ofrezca parece que está llena de un virus que lo va a matar
7. El mundo pasa por una pantalla, está allí pero nunca vas a poder disfrutar de ello en el mejor de los casos un computador o un celular, pero en realidad lo que conocen lo han visto por televisión
La vida del campo es una pandemia constante, es una crisis financiera constante, es un aislamiento constante solo que hasta hoy el mundo urbano sabe lo que se siente y aun así falta mucha empatía para entender que esa persona que ha perdido todo en la vida sigue dando todo en la vida para que se sigan alimentando. Y faltaran 10 pandemias más, faltara mucha hambre más para darle al campesino la posición social que se merece, pagar por sus productos lo que se merece y para dar valor a la vida, a la auténtica vida, antes de dejar en más sepulcros lo que pudo ser y no fue.
Si crees que esto debe cambiar toma acción. Compra al campesino directamente, no contamines si vas de vacaciones, no le vuelvas a faltar al respeto, y procura para que la vocación del país tome su rumbo a la riqueza que el mismo universo nos dio. Unas tierras inmensamente fértiles y una gente inmensamente buena.