Ya muchos están pensando en construir un arca, en inundar la finca y mejor dedicarse a los deportes náuticos o cambiar la camioneta por una anfibia que le permita ir a recoger lo que queda de la cosecha.
Un fenómeno fuerte y anunciado desde el año pasado cuando el sol inclemente también fue problema.
El agua no es problema, el problema es no saberla manejar, el sagrado recurso es un actor principal de la agricultura y como protagonista debe tener un guion. Como podemos manejar el agua si no sabemos cuál es su curso, cual sería sus consecuencias y como poder canalizarla.
Constantemente vemos en noticias las reacciones a los desastres, y las acciones para desaguar el agua ya reposada, ¿pero porque no ir unos pasos más atrás?, ver y entender el circuito de esos drenajes naturales. Propongo que entendamos la mecánica de esos fluidos para poder prevenir un desastre, una saturación hídrica o una inundación. Tal vez porque aun pensamos que la única manera es realizar una topografía punto a punto en la cual no está contemplada el forraje, los árboles y demás obstáculos. Hoy la robótica aérea nos ofrece una posibilidad y es realizar un modelo de superficie, configurar un algoritmo y tener una idea instantánea de cómo se comporta el agua y el terreno cuando el agua es inclemente. Este análisis incluso se puede hacer por zonas/lotes/veredas y de esta forma hacer una acción preventiva que incluso me permita guardar este recurso para próximas temporadas más secas.
Los drones no solo lo hacen técnicamente posible si no que es económicamente viable, una tecnología que se ha vuelto de consumo masivo y que localmente podemos contratar.
Si es de su interés comuníquese con nosotros y lo ayudaremos a hacer su plan de gestión.